Si alguien tuviera poder para regalarte la vida eterna,

¿quién te parece que podría hacerlo?

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1.  La Iglesia católica romana

2. Los mormones

3. Los testigos de Jehová

4. Los protestantes

5. El Señor Jesucristo

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Según las Sagradas Escrituras, ninguno de los primeros cuatro grupos tiene el poder para otorgarte la vida eterna. Cristo dijo en el Evangelio de San Juan 14:16: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”. El único que puede dártela y transformar tu vida es el Señor Jesucristo, quien es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. ¡Él es la única vía al Cielo!

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La Biblia dice: “Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo”. (Colosenses 2:8)

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No es posible obtener la salvación de su alma por medio de las obras o los esfuerzos humanos. Es algo demasiado sublime de alcanzar. De ser así, Cristo podría haberse ahorrado toda su agonía. Él nos la ofrece por su pura gracia y misericordia.

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La Biblia dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. (Efesios 2:8-9)

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La Biblia también dice: “Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hayamos hecho, sino por su misericordia.” (Tito 3:5)

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Para obtener la salvación, Cristo nos dice que tenemos que entender cinco cosas:

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1. Que estamos todos perdidos en nuestros pecados y somos culpables ante el Dios Justo y Santo y merecemos el castigo eterno en el infierno por ser pecadores.

La Biblia dice: “Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios”. (Romanos 3:23)

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2. Que debemos reconocer nuestra culpa y arrepentirnos de nuestros pecados.

La Biblia dice: “Arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados”. (Hechos 3:19)

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3. Que necesitamos reconocer ante Dios que somos pecadores y por eso pecamos.

La Biblia dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad”. (1 Juan 1:9)

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4. Que necesitamos suplicar al Señor Jesucristo que nos salve de nuestra horrenda situación. Él es nuestro único abogado defensor. Él dio su vida en la cruz por nosotros, pagando el rescate de nuestras almas, para liberarnos del infierno eterno y resucitó demostrando que tiene poder para darnos vida eterna.

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La Biblia dice: “El que cree en el Hijo tiene vida eterna, pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”. (Juan 3:36)

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5. Que si crees lo anteriormente mencionado, y aceptas al Señor Jesucristo como tu Salvador, Dios te promete vida eterna en el Cielo. ¡La esperanza gloriosa! Y será tu Señor, que cuidará de ti y nunca te abandonará.

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La Biblia dice: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. (Juan 3:16)

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Este es el sencillo mensaje que Cristo predicó hace 2000 años, y el que encontramos hoy en los Evangelios y en el Nuevo Testamento. No lo compliques, ni dejes que te lo compliquen. ¡Nadie puede ofrecerte lo que Cristo te ofrece! ¡Cristo es la única vía al Cielo!

 

¡Acéptalo de todo corazón!