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Sobre el castigo y la salvación

•La muerte de Cristo en la Cruz ha sido por todos los seres humanos.

•La salvación no es por obras ni por el mejoramiento del hombre, sino sólo por la Gracia de Dios que obra en aquellos que, por la fe, se arrepienten y creen en el perfecto sacrificio ofrecido por Jesucristo, su sangre derramada en la Cruz, como única base para el perdón de sus pecados y la obtención de la salvación.

•En el momento en que la persona cree en Jesucristo como su Verdadero y único Salvador, Dios le da vida eterna y el nuevo nacimiento. Por lo tanto, es una nueva criatura que empieza a crecer a través de la Palabra de Dios, su alimento espiritual.

•Asimismo, al que recibe a Jesucristo como su Salvador, a la vez que Dios le da la Salvación, le da el Espíritu Santo, que empieza a morar dentro de él, para garantizarle su salvación, para consolarlo, confortarlo, prepararlo y guiarlo para que viva una vida guiada por Él, y para que, siendo un pecador redimido, pueda expresar la gloria de Dios y hacer su Voluntad a través de su vida con agradecimiento.

•Los que han nacido de nuevo han sido salvos, por la gracia de Dios, no solamente del infierno, sino también de su “vana manera de vivir”.

•Que los verdaderos creyentes viven físicamente como antes, pero cuando creyeron en Jesucristo, han muerto y resucitado juntamente con Él, para vivir una nueva vida como embajadores de Dios, peregrinos y extranjeros en este mundo, para servir a Dios y a los demás hombres comunicándoles el Evangelio.

•Los que han nacido de nuevo fueron elegidos, por la gracia de Dios, para tener fe desde antes de la creación del mundo.

•En esta presente época, los cristianos salvos, cuando mueren, va inmediatamente al cielo, donde está Cristo.

•En el momento del Arrebatamiento, los cuerpos de los creyentes que hayan muerto en esta época de la Iglesia serán resucitados primero, para ser transformados a cuerpos de gloria, y, después, los que estén vivos también serán transformados igualmente.

•Los cuerpos de los santos de la época del Antiguo Testamento, y los de la Tribulación, serán resucitados cuando Cristo venga sobre la tierra, justo antes de su reinado, cumpliéndose así el pacto que Dios hizo con ellos.

•Los hombres que hayan muerto sin haber aceptado a Jesús como su Salvador no serán salvos ni tendrán más oportunidad de serlo.

•Los que no han creído en Jesucristo irán inmediatamente al Hades, “lugar de tormento” creado para castigar a Satanás.

•Al final del Milenio, todos los hombres que estén en el Hades serán sacados, siendo resucitados sus cuerpos, y serán juzgados en el “Gran Trono Blanco de Dios”. Puesto que este juicio es sólo para los incrédulos, será para condenarlos por haber rehusado a creer en Jesucristo y por lo que hayan hecho en su cuerpo en este mundo. Ellos serán echados al lago de fuego para sufrir eternamente con un cuerpo resucitado que no se consumirá jamás.

Sobre la providencia de Dios

y su propósito

•El propósito de todas las obras de Dios es expresar Su Gloria.

•El pueblo israelita, descendiente de Abraham, es el pueblo escogido por Dios, a través del cual expresa su Gloria y su plan de salvación para toda la humanidad.

•En su providencia, Dios posee dos planes diferentes: uno, para el pueblo israelita y, otro, para la Iglesia.

•Los pactos que Dios hizo con Abraham, el del desierto de Moab (Pacto Palestino), y el pacto davídico, se cumplirán literalmente en el Reino de Cristo, que será establecido por Jesucristo en su Segunda Venida para el pueblo israelita.

•La época de la Iglesia comenzó el primer día de Pentecostés, después de la resurrección de Jesucristo, y terminará con el Arrebatamiento, que acontecerá cuando el Señor venga por los suyos (la Iglesia) hasta el aire.

•En el Arrebatamiento todos los verdaderos creyentes serán llevados al cielo.

•Después del Arrebatamiento habrá un lapso de tiempo, donde va a haber paz mundial causada por un pacto que establecerá el Anticristo en el medio oriente, hasta que empiece la última semana profética de Daniel, que es la Tribulación.

•En los 7 años de Tribulación Dios derramará su ira sobre el mundo gentil, que negará a Cristo y aceptará al Anti-Cristo de Satanás, y también sobre los judíos que acepten al Anticristo y adoren su imagen, a quienes castigará también por el pecado que cometieron sus antepasados al crucificar a su Hijo Jesucristo. Pero también dará arrepentimiento al remanente de Israel y les dará fe para creer en el Señor Jesucristo. A los gentiles que acepten a Cristo también les dará la salvación, que será la entrada al Reino que Él establecerá en esta tierra.

•Cristo, al final de la Tribulación, vendrá sobre el monte de los Olivos para salvar del Anticristo al remanente del pueblo israelita.

•El reinado terrenal de Cristo sobre la tierra durará 1000 años.

•Después del Milenio, el mundo de la antigua creación será quemado, y será sustituido por el nuevo cielo y la nueva tierra, sobre la cual descenderá la Nueva Jerusalén del cielo.

Sobre Satanás y

los demonios

•Satanás fue creado por Dios, originalmente, como cabeza de los ángeles, pero cayó en pecado y se hizo enemigo de Dios por su propia voluntad.

•Los demonios son ángeles caídos junto con Satanás. Tanto Satanás como los demonios son seres existenciales reales y poseen personalidad.

•Tanto Satanás como los demonios serán juzgados al final de este mundo, para ser echados al lago de fuego, donde tendrán que sufrir eternamente.

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